joven española emigrando

Y entonces… ¡invirtió!

Hay quien lo justifica como «inquietud por viajar», pero todos los ciudadanos españoles sabemos que el motivo de que tantas personas con estudios universitarios, o sin ellos, decidan coger la maleta y salir del país en busca de trabajo no es otro que el de “buscarse la vida”, como dirían nuestros abuelos. Ellos ya lo hicieron en su momento. Los míos, concretamente, huyendo de los escasos sueldos como braceros en la Andalucía de la postguerra hacia un Madrid incierto; o desde un Madrid en el que no terminaban de encontrar su futuro hacia un Tetuán que iba a ser la Tierra prometida como protectorado español.

No nos engañemos, y que no nos intenten engañar. Cuando alguien decide irse a vivir fuera de su país es porque lo que le ofrecen desde el extranjero es mucho mejor de lo que encuentra en su propia casa. Lo que parece ser que no termina de entender ningún gobierno español (y sí, he dicho ningún gobierno español), es que la inversión a corto plazo no sirve. Que la época del ladrillo y el turismo pasó a la historia. Que hay que ser capaz de mirar más allá de sus propias narices.

Está más que demostrado que la única manera de crear una estabilidad económica en un país y conseguir, por ende, estabilidad laboral, es invirtiendo en I+D+I. Pero invirtiendo de verdad, no los porcentajes cuasi ridículos que históricamente hablando estamos acostumbrados a invertir en España. Nuestro máximo de los últimos 15 años fue en el 2009 alcanzando un 1’39% del PIB… sólo voy a pedir que lo comparemos con el mínimo de esos mismos 15 años de 3’39% de Suecia, 2’71% de Finlandia o el 2’24% de Alemania. Entiendo que no es necesario añadir nada más…

Bueno sí, sólo una pequeña reflexión: si mentes maravillosas educadas y formadas, en su gran mayoría, en colegios, institutos y universidades públicas españolas tuvieran los medios y la posibilidad de desarrollar sus investigaciones en España… ¿nadie se ha dado cuenta que un porcentaje de sus patentes también irían a parar a las arcas españolas? ¿Nadie?

Porque del prestigio ni hablamos, ¿no?

Lara Sánchez

Autor:
Lara Sánchez

Madrileña de nacimiento, con el corazón dividido entre Andalucía y el resto de Europa. De mente inquieta y curiosa, me gusta escuchar a todos y tomar mis propias decisiones. La ciencia forma parte de mi estilo de vida, aunque mi vida es mucho más que ciencia.

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