Reclamemos nuestra ciudadanía Europea

Cada vez que como ciudadanos y ciudadanas sufrimos que sucede en nuestro entorno por las consecuencias de la crisis, por las injusticias sociales que vivimos, es una oportunidad perdida que tienen las instituciones de gobierno europeas, de darnos soluciones que como ciudadanos merecemos y que a través de los gobiernos locales, no son capaces de aportarnos.

Hemos decidido compartir un espacio con otros 500 millones de ciudadanos, cediendo parte de nuestra soberanía, pero necesitamos que ese espacio y esa cesión nos reporte beneficios colectivos e individuales tangibles para seguir creyendo en el proyecto.

Los partidos nacionales, deben olvidar durante unos meses que el foco del debate esté en los territorios que cada uno ocupan, si no en los problemas comunes de los ciudadanos europeos a los que intentarán convencer para que el voto vaya a uno u otro eje idelógico. Los ciudadanos se merecen que la política crezca, se olvide de los debates provincianos y que en definitiva, que piensen en ellos, como primer objetivo de la política.

Es tiempo para la socialdemocracia esta que construimos entre todos los activistas y ciudadanos comprometidos, de cambiar políticas generales de lucha contra la crisis, haciendo que se capilaricen hacia políticas de aplicación cercana a quien sufre la desigualdad que fomenta el sistema liberal y más aún en la crisis. Hay que llevar el plan de ayuda para los Jóvenes, la garantía aprobada en la Comisión,  a empleos reales para los jóvenes y ayudas a su formación. No hablo de por ejemplo las  5.000 becas que está ofreciendo el Banco Santander para jóvenes (poca cosa comparada con los ingresos que tienen,  como bien criticó Martin Schulz en su reciente visita a Madrid). Hablo de una verdadera inversión Europea que genere cambios substanciales en las cifras de desempleo juvenil. Eso hará que España, por ejemplo, vuelva a tener confianza en su futuro.

Como ciudadanos debemos reclamar que nuestros derechos como europeos se cumplan, que los grandes rescates a los bancos, se traduzcan a economía productiva que puedan hacer que empresas y administraciones cumplan con su cometido, dar por un lado empleo y por el otro servicios públicos, sin que ninguna crisis vuelva a recortar ninguno de los dos. Debemos reclamar libertades, que Europa sea el espacio donde una ley del Aborto como la que propone Gallardón no pueda llegar a buen puerto. Pero también que nuestros amigos griegos salgan adelante o que en Francia, no se siga desarrollando la extrema derecha y la xenofobia. Y debemos exigir igualdad, para que no haya diferencias entre unos y otros ciudadanos según su origen. Todos somos la  ciudadanía europea.

Quedan 100 días y los socialdemócratas estamos dispuestos a cambiar el paradigma político, pensando en común como una familia europea. Ahora necesitamos que estas propuestas se conviertan en votos, convenciendo, llegando a cada casa con las propuestas y siendo más comunicativos, más didácticos como activistas, más cercanos. Y más participativos como partido europeo. Hagamos que la democracia inunde nuestras prácticas.

Europa está aquí mismo, llamemos a su puerta #knockthevote

Ángel Martínez Martínez

Autor:
Ángel Martínez Martínez

1981 Sanlúcar de Barrameda. Ingeniero Organización Industrial. Trabajo en el Control de Costes de proyectos petroquímicos desde 2005. En política, me gusta proponer y compartir iniciativas colectivas. Interesado en la socialdemocracia Europea.

Este artículo es responsabilidad y opinión de su autor. Los comentarios de las personas visitantes son responsabilidad de las mismas.

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